MARIA
Magdalena
Promueve la generación de momentos para
escuchar al cuerpo y entrar en contacto con
unx mismx a través de un cuidado amoroso.
La propuesta es sacralizar al cuerpo, darle lo
mejor, despertar la propia sensualidad y darse
amor.
Habitar el cuerpo y habitarse.
Soy templo vivo
sexualidad sagrada
habito en lo eterno
en la luz y oscuridad
Además de ser naturales, estos productos son veganos,
cruelty free, aptos para celíacos y libres de sustancias
tóxicas para el medio ambiente. Sus fórmulas están
hechas a base de aceites vegetales, aceites esenciales y
extractos de plantas de diferentes partes del mundo.
Además, apoyan principalmente a productores locales
y nacionales.
CRUELTY FREE
Paraben free
VEGAN
Gluten free
SIN ACEITES minerales
GMO FREE
Somos tres mujeres que nos unimos para crear una red de alimentos nobles y placenteros para nutrir la piel. Somos 3 generaciones distintas y nos unimos por un fin atemporal y esencial. Nos une la pasión por el cuerpo y la naturaleza. Sabemos que en el cuerpo se encuentra la sabiduría universal, la memoria de haber sido todos los seres. La naturaleza nos conecta y nos recuerda lo esencial de la vida, de dónde venimos. Queremos ofrecer estos elixires que la vida ofrece de la manera más pura y natural sin interferencias y valiéndonos de las tecnologías actuales para desarrollar fórmulas biotecnológicas que apoyen y potencien el estado de vida urbano-natural en el cual estamos juntxs.
MAGDALENA ÁVALOS
Viajando por latinoamérica aprendí de SUSTENTABILIDAD. Se fortaleció mi vínculo con la naturaleza y mi compromiso con el Planeta Tierra. Luego me encontré con mi cuerpo como parte de la naturaleza, y desde entonces, me siento atraída por la salud y el bienestar de todos los cuerpos. Me formé en terapias corporales y técnicas de sanación. Viví unos años en comunidad, en donde me dediqué a cuidar la huerta y a aprender de las plantas medicinales.
En el 2014 surge el deseo de crear un alimento natural para la piel. Fue luego de una experiencia personal muy intensa, la cual cambió mi forma de entender el cuidado de la piel y de los productos cosméticos. Durante un retiro de ayuno de varios días, mientras humectaba mis piernas con una crema corporal, comencé a sentir el sabor de la crema en mi garganta. En ese momento entendí que también nos alimentamos a través de la piel y que los productos cosméticos que usamos, son absorbidos, pasan al torrente sanguíneo y tienen la capacidad de nutrir o de intoxicar nuestro organismo.”
MARÍA PAZ SOBRADO
ANDREA ORMILUGUE